La convocatoria llevada a cabo esta mañana por la Asociación de Comerciantes y Empresarios CCA Compostela Monumental para protestar por los posibles cierres de las sucursales bancarias del BBVA en la Rúa do Vilar, y del Banco Sabadell Gallego en el Preguntoiro, contó con la presencia de todas las formaciones políticas con representatividad en el Concello de Santiago, así como la de numerosos comerciantes, empresarios, profesionales y vecinos del casco histórico.

Todos ellos se agruparon bajo la pancarta «Non á perda de máis servizos fundamentais para a zona monumental de Santiago», ante la sucursal del BBVA en la rúa do Vilar para demandar la continuidad de la oficina, cuyo cierre está anunciado para el próximo día 18. 

Todos los representantes políticos coincidieron en la importancia de mantener servicios básicos y esenciales en el casco histórico. De hecho la concejala de Casco Histórico, Mercedes Rosón, señaló que el alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, está realizando gestiones con el BBVA para tratar de evitar este cierre.

Los comerciantes mostraron públicamente su enfado por la situación que están viviendo, y así el joyero Camilo Regueira, cliente de la sucursal financiera y uno de los impulsores de la concentración como asociado de Compostela Monumental, destacaba los perjuicios que tendrá para el sector comercial de la zona vieja el cierre: «¿Qué hacemos para tener cambio?», o para efectuar ingresos con la recaudación de los negocios. Considera básicos los servicios bancarios: «No puede ser que no existan oficinas bancarias suficientes para atender al tejido económico de las ciudades y los pueblos», expresaba. 

Por su parte ell gerente de Compostela Monumental, José Ángel Blanco, leyó un manifiesto solicitando a los políticos locales que sus partidos trasladen al Gobierno central la necesidad de una ley de reforma del sistema financiero «para evitar, entre otras cosas, que los bancos, de la noche a la mañana, cierren sucursales en zonas estratégicas, dejando tirados a vecinos, comerciantes y empresarios, con todo lo que ello acarrea para el futuro de nuestro día a día. Y en este caso el de nuestro centro histórico».

MANIFIESTO LEÍDO POR EL GERENTE DE LA ASOCIACIÓN DE COMERCIANTES Y EMPRESARIOS COMPOSTELA MONUMENTAL

Buenos días. En primer lugar gracias por estar aquí.

Os convocamos a este acto en el que queremos mostrar a la opinión pública en general y a los responsables del BBVA y Banco Sabadell Gallego, en particular, nuestra repulsa, tal y como nos lo habéis pedido, por el posible cierre inminente de sus oficinas del Preguntoiro y Rúa do Vilar. La primera de ellas, se supone, que para el próximo día 17 y la histórica del BBVA para el día 18 de este mes.

Unos posibles cierres que nos van a hacer la vida en la zona monumental aún más complicada de lo que ya es.

Un nuevo obstáculo para vecinos, comerciantes y empresarios en su quehacer diario, y que por todo lo que han venido aguantando, padeciendo y sufriendo en las últimas décadas se han ganado el título de “Residentes – Resistentes” por méritos propios.

Están aquí con nosotros, y lo agradecemos de todo corazón, nuestros representantes políticos, que han atendido nuestras peticiones respecto a este asunto que hoy nos congrega.

No hay más que recordar, que el pasado día 30 de septiembre, el Pleno del Concello de Santiago aprobó una moción conjunta para instar a las entidades bancarias a que mantengan abiertas al público todas sus oficinas, ya que sus posibles cierres suponen un gravísimo problema para una importante parte de la población que, por distintas circunstancias, tiene dificultades para utilizar la banca online.

Pero tampoco nos debemos de olvidar de las consecuencias que estos cierres tienen en nuestra economía local, dependiente al cien por cien de las entidades financieras y sobre todo en el tejido empresarial de nuestro casco histórico.

Sabemos que se están llevando a cabo contactos con distintos representantes y responsables de estos bancos, y lo valoramos, Pero debe quedar constancia en este día que tanto vecinos, comerciantes, empresarios y profesionales de la zona monumental de Santiago queremos soluciones YA.

Hace tiempo que se ha sobrepasado la LÍNEA ROJA de pérdida de servicios básicos y fundamentales y ha llegado el momento de revertir esta situación.

Queremos que nuestro entorno histórico sea un sitio en donde poder vivir, trabajar y disfrutar, en unas condiciones normales. Contando con los mismos servicios básicos de cualquier otra zona de cualquier ciudad europea del siglo XXI.

En dónde tener un futuro mejor que el que nos ha tocado vivir en los últimos 20 años, en donde todo ha sido poner palos a la rueda, con decisiones erróneas que nos han llevado a una situación límite como nunca antes habíamos visto.

Estimados representantes de los ciudadanos de Santiago de Compostela, quizás es el momento para que, con vuestra ayuda, y la de los respectivos partidos a los que pertenecéis, se traslade al Gobierno Central la necesidad de poner en marcha una nueva Ley de Medidas de Reforma del Sistema Financiero, para evitar, entre otras cosas, que los bancos, de la noche a la mañana, cierren sucursales en zonas estratégicas, dejando tirados a vecinos, comerciantes, empresarios y profesionales, con todo lo que ello acarrea para el futuro de nuestro día a día. Y en este caso el de nuestro Centro Histórico.

Los códigos de buenas prácticas bancarias promovidas por el Estado deben servir para algo más que una simple declaración de principios y de buenas intenciones, y contemplar, por lo tanto también, las obligaciones que estas deben tener para con todos nosotros, sus clientes, y el entorno en el que están ubicadas.

Debemos recordárselo y exigírselo, no en vano, no hace muchos años, en la crisis del 2008, fuimos todos los ciudadanos de este país, quienes tuvimos que acudir a su rescate con el dinero que, vía impuestos, aportamos al Gobierno de la Nación.

Ya es hora que la banca cumpla con todos sus clientes. Vecinos, comerciantes, empresarios y profesionales, tal y como nosotros lo hacemos con ellos cada día.

Muchas gracias y que quede constancia de nuestra demanda por una zona monumental viva, llena de servicios básicos y fundamentales, y con un gran futuro esperanzador.